domingo, 16 de septiembre de 2012

Capítulo 1


Suena el despertador pero yo ya llevo un buen rato despierta, es mi primer día en producción y apenas he conseguido dormir esta noche.

Me levanto despacio de la cama, intentando no hacer ruido para no despertar a mi hermana y mi madre que todavía duermen. Me meto en la ducha y rápidamente cae el agua templada por mi cabeza. Hoy me espera un día muy largo y no puedo permitirme el lujo de perder el tiempo adormilada, todo tiene que salir perfecto. No solo es mi primer día de clases, también me voy a mudar a Madrid para poder vivir junto a tres grandes amigas, el sueño de toda mi vida.

Cuando salgo de la ducha me vuelvo loca intentando elegir la ropa apropiada y al final termino con unos vaqueros pitillos y una básica negra, acompañados por una beisbolera y unas manoletinas.

Me preparo un café calentito para terminar de despertarme y salgo rápidamente de casa con el tiempo justo para coger el autobús.

El recorrido hasta el instituto se me hace eterno, tanto tiempo esperando a que llegue este momento y parece que ahora el tiempo se queda parado. Pero encuentro la solución a todos mis males, conecto mis auriculares al móvil y un segundo después empieza a sonar Querer es poder a todo volumen. Siempre que me siento mal o estoy desesperada escucho esta canción y mis ánimos suben hasta tal punto que con la primera nota lo único que me apetece es cantar a gritos y bailar como una loca.

Cuando quiero darme cuenta ya me encuentro ante el que será mi nuevo instituto durante los próximos dos años y en el que todavía no conozco a nadie. Ese es el mayor de mis temores, me cuesta mucho relacionarme con la gente a causa de mi vergüenza, pero no por ello me voy a achantar, pienso reunir fuerzas y hacer de este año el mejor de mi vida, aunque no creo que pueda envidiar en nada al anterior.

Cuelgo mi mochila en la espalda y bajo lentamente del autobús, intentando coger las fuerzas necesarias para sonreír a la nueva vida que me espera.

Llego ante la puerta del instituto, poso la mano en el manillar y antes de que me de tiempo a abrirla alguien se me adelanta desde dentro y me atropella, terminando los dos rodando en el suelo. No me puedo creer que el día empiece con tan mal pie, cayéndome al suelo por culpa de algún estúpido.

Me he dado un fuerte golpe en la espalda y lo único que logro ver es un rubiales encima mío que me aplasta. Pero esto es tan solo un segundo, antes de lograr asimilar del todo lo que esta pasando el rubio ya se encuentra de pie ofreciéndome la mano para ayudarme a levantarme y mi sorpresa es aun mayor cuando consigo verle la cara.

-Perdón, lo siento mucho- me dice el rubio cuando por fin acepto su mano-. ¿Estas bien?- pregunta enarcando una ceja, seguro que al ver mi boca abierta.

-¿Dani?- es lo único que consigo articular como respuesta.

-¿Paloma?- pregunta él un segundo antes de estrecharme entre sus brazos y darme un fuerte beso en la mejilla.

Lo que empezaba como un día corriente de instituto se ha convertido en una locura total, me encuentro en mi instituto a mi ídolo y una de las personas que mas aprecio en mi vida y encima me entero de que vamos a estudiar juntos todo el curso.

-Pues resulta que al final he decidido volver a intentar estudiar sonido…- me responde sin mucha ilusión.

-Ya veras como este año lo consigues- añado con una gran sonrisa en el momento en que suena en timbre y toca separarnos-. Luego te veo.

Me adentro en mi nuevo instituto, que parece sacado de otro mundo, no conozco a nadie y todo me resulta extraño. Me cuesta encontrar las listas, pero en cuanto lo hago me dirijo hacia mi clase cuando el profesor esta a punto de cerrar la puerta.

Me escabullo en el pequeño hueco de la puerta y el profesor me mira con mala cara mientras me dirijo hacia el primer asiento libre que encuentro y él se acomoda en su mesa.

-Buenos días muchachos, esta es la clase de producción y yo seré vuestro tutor en lo que resta de curso- empieza a explicarnos mientras se lleva las manos a la cabeza para alisarse hacia atrás su grasiento pelo canoso-. Llamadme Sr. Lozano.

La mañana transcurre lenta entre desconocidos con los que apenas hablo, me siento incomoda y pequeña en este gran mundo, pero esto es lo que yo quería así que me tengo que acostumbrar y hacerme un hueco entre la gente.

Cuando llega la hora del descanso me dirijo hacia la cafetería para comprarme algo de desayuno, pero nada mas entrar se me hace un nudo en el estomago al volverme a encontrar con Dani. No es que me ponga nerviosa cada vez que le veo, sino que se me hace raro encontrármele sin esperarlo fuera de Auryn, como casi siempre le he visto.

Antes de que me de tiempo a pensar que hacer él ya se está acercando a mi con una gran sonrisa.

-Hola…- me dice mientras me da dos besos-. ¿Qué tal la mañana?.

-Rara- suelto un poco brusca, pero es lo único que me sale de la boca.

-¿No han ido bien las cosas?- me pregunta indeciso mientras salimos al exterior, finalmente sin comprarme nada de desayuno.

-No es eso…- respondo aliviada por el aire fresco de la mañana-. Me cuesta acostumbrarme a los cambios y hacer amistades.

-Andaaa- me dice pasándome el brazo por los hombros-, teniéndome a mi no necesitas a nadie mas- añade y suelta una fuerte carcajada, a la que yo respondo con otra-. No te rayes que seguro que todo sale bien.

Los minutos nos llevan de una conversación a otra entre risas, todo esto me resulta extraño porque me siento como si nos conociésemos de toda la vida, no como si fuese una simple fan. Siento que algo esta cambiando y me esta mostrando una parte suya que solo conocen sus verdaderos amigos, estoy a gusto a su lado y me gustaría que el tiempo se parase y pudiésemos estar hablando eternamente. Pero todo no dura para siempre, el timbre nos vuelve a interrumpir y tenemos que separar nuestros caminos de nuevo.

-¿Te veo mañana en el concierto?- me pregunta mientras nos acercamos a la entrada.

-¿Tu que crees Dani?- le respondo pero él enarca una ceja ante la espera de una respuesta mas precisa-. Estaré allí sin falta. Adiós Dani- añado sin muchas ganas dándole la espalda para dirigirme hacia mi clase.

Pero antes de poder desaparecer entre el gentío algo me lo impide, mejor dicho alguien.

-Paloma- es lo único que dice Dani mientras me agarra del brazo para que no me aleje y saca un bolígrafo de un estuche de su mochila. Noto que me empieza a escribir en la mano pero no logro ver que es lo que pone. Cuanto termina se empieza a alejar confundiéndome con sus palabras-. Luego hablamos.

No sé que ha querido decir, me quedo confusa en mitad de un pasillo abarrotado de gente, mirando los números que me ha escrito Dani en la mano debajo de su nombre. Un momento después salgo corriendo hacia mi clase para no llegar tarde.

El resto de la mañana vuelve a pasar muy lenta y aburrida, no paro de pensar en todo lo que ha ocurrido. Ha sido muy raro. Me vuelvo loca intentando adivinar lo que significaran los números que me ha escrito Dani y cuando finalmente lo descubro tengo que taparme la boca para no pegar un grito delante de toda la clase. ¡Dani me ha dado su número de teléfono!

Me parece que estoy viviendo un sueño, nada de esto se parece a la realidad. Creo que mi ídolo desde hace muchos años se esta empezando a convertir en mi amigo y no sé que va a ocurrir después de esto.

Finalmente termina el horario escolar y me monto en el autobús dirección a mi casa, intentando asimilar lo que esta pasando y haciéndome a la idea de que en unas horas por fin me voy a independizar y a vivir con mis amigas.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Prólogo


Voy a empezar un nuevo año escolar, probablemente el mejor de mi vida, esto es todo lo que llevo esperando después de tantas desilusiones y sueños rotos. Pero no todo ha sido sueños rotos, también ha habido muchos cumplidos, sueños que jamás hubiese llegado a imaginar, sueños que han aparecido en mi vida de un día para otro y que se han convertido en parte de mi.

Hace ya mas de un año y medio que en mi camino se cruzaron una personas especiales, un grupo de música que me ha acompañado tanto en los buenos como en los malos momentos, me ha ayudado a levantarme de las caídas y a soñar en lo imposible. Ellos son Auryn y se llaman Álvaro, Blas, Carlos, Dani y David y desde que los vi en Destino Eurovisión no me he separado de ellos ni un segundo, les he ido a ver siempre que podía tanto en conciertos y firmas como en campamentos, y para mi ya no son un simple grupo de música, ahora son mi familia y sin ellos ya no me podría imaginar la vida. Puede que no seamos tan cercanos como amigos pero el apoyo que les he dado ellos siempre me lo recompensan en abrazos y dulces palabras que nadie mas me podría decir. Pero aun hay mas, entre ellos se encuentra un componente al que he llegado a querer mas que a mi propia vida, él es David y para mi no hay nadie que se le pueda comparar, me ha enseñado tantas cosas y me ha tratado de una forma tan especial que nunca voy a poder encontrar una forma de agradecérselo como se lo merece.

He vivido casi dos años muy moviditos y he conocido a personas que para mi ya son como mis hermanas, todas ellas son auryners y en ellas he encontrado a las verdaderas amigas. Aparte de mi hermana Esther que me está acompañando en todo este camino y sin la cual ahora mismo seguramente no estaría donde estoy y lo habría dado todo por perdido.

Esta nueva vida que voy a comenzar me depara muchas cosas increíbles, empezare un nuevo curso acompañada de buenas amigas con las que voy a compartir piso (Tamara, Mery y Alba), pero también van a estar a mi lado amigas como Rakel, Cristina y muchas más que lo son todo en mi vida.

Me llamo Paloma, tengo 19 años y esta es mi historia.